Una reducida cantidad de hombres suelen orinar sentados. Muchos tienen el estigma de que esta posición es solo para las mujeres, y que para el género masculino la postura correcta es de pie.
Sin embargo, el doctor Alcedo Fernández, cirujano urólogo, explica que son múltiples los beneficios que ofrece orinar sentado para los hombres, ya esta es la posición fisiológica para ejercer este acto.
“Hace que el hombre realice la micción de una forma más completa, no se tensionan los músculos de la vejiga, el esfuerzo vesical es menor pues al sentarse ocurre una presión natural del abdomen sobre el contenido del mismo, que mejora el vaciado vesical evitando realizar mayor contracción de la vejiga”, detalla Fernández.
El urólogo indica que orinar sentado es una tendencia creciente algunos países europeos y asiáticos como Alemania, Países Bajos, Taiwán, Suecia, entre otros.
Esto se debe a que orinar sentado ayuda a relajar los músculos del suelo pélvico, lo cual es un factor importante en la respiración y en la capacidad de liberar la tensión.
Sentarse al orinar beneficia a los hombres con síndrome del tracto urinario inferior (síntomas que incluyen flujo urinario débil, pérdidas de orina, ganas repentinas de orinas, dolor o escozor al orinar), debido a que la posición sentada se registra un perfil urodimámico más favorable, pues el tiempo que tarde en vaciar la vejiga es más corto.
“Varios estudios demuestran que orinar sentado no sólo es beneficioso para la salud masculina, sino que además mejora su vida sexual al tener la próstata más relajada”, apuntó.
Además, plantea que orinar sentado es más higiénico, ya que al no salpicarse el inodoro se reduce el riesgo de sufrir infecciones urinarias y prostáticas.
También, suelen ser un mecanismo para evitar que los baños se produzca acumulo de orina en el piso, “por ende, evitamos el mal olor, una fuente de suciedad y de gérmenes en los baños”.





